Como ya os he contado en alguna ocasión, me encanta la comida asiática y me encanta improvisar platos que me aporten sus aromas y sabores, como es el caso del Pollo al Curry Verde.

La preparación, como no podía ser de otra manera, es muy sencilla.

Además, no lleva aportes de grasa, lo que la hace ideal para la operación biquini pero… ¡disfrutando de un plato delicioso!

Ingredientes

1 kg. de pechugas de pollo o contramuslos deshuesados y sin piel, cortados en dados de unos 2 cm.

2 dientes de ajo picaditos

un trozo de jengibre rallado

1 guindilla roja fresca cortada en rodajas finas (de las grandes, que son más aromáticas y pican menos)

1 cucharada de curry verde (el que más me gusta es el que venden en unos envases de plástico)

300 gr. de pimientos de Guernica o tiras de pimiento verde (si no os gusta demasiado el picante) o pimientos de Padrón (para los más valientes)

3-4 hojas de lima kaffir (se suelen encontrar congeladas en tiendas de alimentación asiática)

2-3 lemongrass, también se llama citronela o limoncillo (como la lima kaffir, se encuentra habitualmente  congeladada, aunque también deshidratada)

1 vaso de caldo de pollo (mejor si es casero)

1 cucharada de aceite vegetal (opcional)

2-3 cucharadas de salsa de soja

Preparación

En un wok o en una sartén antiadherente bien caliente, poner el aceite (si se usa) y saltear los dados de pollo.

Añadir el ajo, el jengibre, la citronela y dorar muy ligeramente.

Echar la guindilla y el curry. Dar unas vueltas.

Añadir los pimientitos verdes, las hojas de lima, la salsa de soja y el caldo.

Probar y añadir algo de sal si lo requiere.

Dejar a fuego vivo hasta que el caldo se haya evaporado pero no del todo.

Servir caliente adornado con unas hojas de cilantro.