Visto que el día parece estar un poco tristoncete en muchos sitios y que ya está comenzando la temporada del bonito, ¿qué tal si nos preparamos un buen marmitako?
Receta clásica, sencilla y deliciosa donde las haya…
Particularmente lo prefiero con bonito. El atún, que resulta exquisito para otras recetas, creo que en el marmitako no luce como se merece. En cambio, el bonito le aporta la textura y sabor ideales.
Si queréis rizar el rizo, en lugar de cocinarlo con agua, añadid un buen caldo de pescado. La diferencia es notable. Si buscáis la excelencia, preparad un caldo de pescado con gambas como os cuento en la receta del arroz caldoso con gambas y calamar:
«Ponemos las cabezas de las gambas en un cazo.
Añadimos un chorrito de aceite de oliva en el cazo con las cabezas. Ponemos al fuego vivo y tostamos por todas partes, removiendo a menudo.
Cuando las cabezas han tomado buen color, cubrimos bien de agua, salamos y dejamos cocer a fuego medio durante unos 5-6 minutos.
Pasado ese tiempo, colamos y mezclamos con el caldo de pescado.»
Un truquillo: aunque no lleva demasiado tiempo, podéis adelantar la receta un par de horas hasta casi el final, es decir, hasta el momento de añadir los trozos de bonito. De este modo, dejáis todo listo y, al volver de la playa (por ejemplo 😉 ) basta con que llevéis a ebullición y añadáis el pescado.
¡Listo en unos minutitos!!
Ingredientes
1 kg. de bonito en dados, limpio de piel y espinas (os lo puede preparar vuestro pescadero)
1 kg. patatas
1 tomate pelado y picadito (mejor rallado)
una pizquita de pimentón
2 cebollas picaditas
2 dientes de ajo picaditos
caldo de pescado o agua (aunque no es lo mismo…)
perejil picado (opcional)
aceite de oliva
sal
Preparación
Comenzamos pelando las patatas y chascándolas, es decir, metiendo un poco el cuchillo y luego «arrancando» el trozo. De esta manera los bordes quedan irregulares y facilitamos que suelten el almidón para espesar el caldo.
Reservamos.
Calentamos un chorro de aceite de oliva en un puchero y doramos ligeramente los ajos picados.
Añadimos la cebolla y cocinamos hasta que se ponga transparente.
Incorporamos el pimentón y, casi inmediatamente para que no se queme, volcamos el tomate bien picadito.
Cuando el tomate ha evaporado la humedad, volcamos las patatas y el caldo hasta cubrirlas un par de dedos por encima.
Probamos y rectificamos de sal.
Dejamos cocer durante unos 20-25 minutos. Parece mucho tiempo pero ese es el punto en el que las patatas prácticamente se deshacen. Ummmm
Aquí sería cuando nos vamos a la playa 😉
Si no nos vamos (o a la vuelta del paseo), con el caldo bien caliente, añadimos los dados de bonito.
Removemos suavemente, tapamos el puchero, apagamos el fuego y dejamos reposar 4-5 minutos.
Si utilizáis el perejil picado, añadidlo al momento de servir.
¡Que aproveche!