Es curioso cómo algunos productos emergen en nuestras cocinas casi de repente.
Curioso también observar cómo, en ocasiones, nos encontramos con el producto en cuestión entre las manos sin saber muy bien qué hacer con él.
Este parece ser el caso de la quinoa (o quinua) ya que en las últimas semanas bastantes personas me han preguntado por recetas basadas en este (pseudo) cereal.
Con esta sencilla receta de ensalada de quinoa espero ayudaros a solucionar esas dudas y que os animéis a usarla más a menudo: sus propiedades justifican de sobra un lugar en nuestras mesas.
Ingredientes
250 gr. quinoa
1 tomate grande o 2 medianos
1 pepino
1 cebolla morada o cebolleta pequeña (o media grande)
6-8 hojas de albahaca fresca
6-8 hojas de menta fresca
aceite de oliva virgen extra
vinagre o zumo de limón
sal y pimienta negra recién molida
Preparación
Comenzamos cociendo la quinoa siguiendo las instrucciones del envase. Si no las trae, el modo habitual es poner en un cazo 2 partes de agua por una de quinoa y una pizca de sal. Cocemos durante unos 15 minutos a fuego medio-bajo. Si vemos que el agua se evapora demasiado rápido, bajamos el fuego y tapamos.
Una vez cocida, colamos el exceso de agua que pudiera quedar y dejamos templar.
Lavamos el tomate. Pelamos el pepino. Los troceamos en daditos y lo volcamos en un cuenco.
Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina. La incorporamos al cuenco.
Lavamos las hierbas, las picamos y las incorporamos a las verduras.
Sazonamos con sal, pimienta, aceite y vinagre o zumo de limón.
Cuando la quinoa se haya enfriado la echamos al cuenco y removemos.
La ensalada se puede tomar templada pero es especialmente refrescante si la dejamos enfriar un rato en la nevera.
¡Qué aproveche!