Los bizcochitos de mazapán y pistacho no podemos decir que sean dietéticos pero ricos, lo que se dice ricos, lo están… ¡y mucho!

Elaboré la receta una mañana de lluvia. Un día realmente desapacible pero, gracias al resultado, parece que hasta salió el sol un rato 😉

Os contaré que, nada más sacar el bizcocho del horno, vino el cartero a casa para entregarme un envío y, cuando ya se iba, me dijo: «¡Hay que ver, qué bien huele!» 🙂 🙂 🙂

Reconozco que con comentarios como éste (por no hablar de los halagos de familia y allegados que vinieron después) da gusto meterse en la cocina ¿a que sí?

Visto el éxito, os animo a que lo preparéis. Está rico, rico, rico de verdad.

Ingredientes

250 gr. mantequilla a temperatura ambiente

250 gr. azúcar moreno

2 huevos

480 gr. harina

2 cucharadas de cacao en polvo (tipo Valor o

1 cc bicarbonato sódico

1 cc levadura química

200 gr. masa de mazapán

50 gr. pistachos pelados toscamente picados

azúcar glas, para decorar

Preparación

Precalentamos el horno a 190ºC.

Comenzamos batiendo con unas varillas, mejor eléctricas, el azúcar y la mantequilla, que tiene que estar a temperatura ambiente (si no lo está, podemos meterla unos segundos al microondas).

Añadimos los huevos y batimos hasta que se incorporen a la mezcla.

En un cuenco aparte, mezclamos la harina con el bicarbonato, la levadura y el cacao.

Vamos incorporando la mezcla de harina a la de los huevos, hasta que quede una masa homogénea.

Forramos un molde de horno rectangular con papel de hornear.

Volcamos la mitad de la mezcla en el molde y la extendemos ayudándonos del dorso de una cuchara o de las manos. La verdad es que es una masa muy maleable, casi como plastilina, y da gusto trabajarla a mano 🙂

Cuando esté lisa, repartimos los pistachos picados por toda la superficie.

Extendemos la masa de mazapán con un rodillo, dándole la forma rectandular del molde. No tiene que ser un rectángulo perfecto: luego podemos hacer «corta y pega» sin problema.

Colocamos la plancha de mazapán en el molde, sobre los pistachos.

Por último, volcamos la mitad de mezcla que teníamos reservada y, como antes, la extendemos con la mano o con el dorso de una cuchara hasta que quede bien lisa.

Metemos al horno que tenemos precalentado a 190ºC durante unos 20-25 minutos. Comprobaremos que está hecho cuando metamos la punta de un cuchillo y salga limpia.

Cuando el bizcocho esté listo, lo colocamos sobre una rejilla y lo espolvoreamos con azúcar glas.

Para conservarlo, cuando se haya enfriado lo cortaremos en cuadrados y lo guardaremos en una lata o en un tarro hermético.