Empecemos reconociendo que el codillo asado no es para comerlo todos los días pero siempre podemos buscar una excusa para disfrutar de un plato como éste.
Por ejemplo, imaginemos ese día de invierno desapacible, lluvioso y frío. Un codillo asado a la hora de la comida nos reconfortará y nos asegurará una siesta memorable 😉 (por cierto, conseguimos el mismo efecto con una buena cassoulet, que también lleva codillo entre sus ingredientes).
Otra ocasión idónea es para una celebración, como las fiestas navideñas. Un codillo asado en el centro de la mesa hará que la familia disfrute de un manjar que recordarán durante mucho tiempo.
¿Os he convencido?
Ha sido fácil. Con sólo imaginar el sabor en nuestros paladares es más que suficiente 🙂
Ingredientes para 4 personas
2 codillos de 1 kg. cada uno, aproximadamente (pueden ser frescos o semipreparados)
8-10 granos de pimienta negra
2 hojas de laurel
6 dientes de ajo
sal (sólo si los codillos son frescos)
2 cucharadas de vinagre de manzana
2 cucharadas de aceite de oliva
pimienta negra molida
4 patatas grandes
Preparación
Comenzamos lavando los codillos.
Los ponemos en una olla grande con los granos de pimienta, 2 dientes de ajo y las hojas de laurel. Cubrimos con agua.
Si los codillos son semipreparados, es importante NO añadir sal en el agua de la cocción. Si son frescos, pondremos una cucharada rasa de sal.
El tiempo de cocción variará si usamos olla normal o una olla rápida. Si usamos una cazuela normal, deberá cocer durante unos 60 minutos. En una olla a presión rápida, la mitad (30 minutos).
Mientras están al fuego, pelamos las patatas y las cortamos en dados gruesos. Las colocamos en una fuente de horno junto con 4 dientes de ajo ligeramente aplastados.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Cuando los codillos se hayan cocido, los sacamos de la olla y los ponemos sobre las patatas.
Molemos sobre ellos un poco de pimenta negra.
Colamos 1 taza del caldo de cocción. Añadimos el vinagre de manzana y el aceite de oliva. Mezclamos.
Regamos los codillos y las patatas con este caldo y metemos al horno durante 60 minutos, dando la vuelta a los codillos a mitad de cocción.
Cuano estén doraditos y tiernos, estarán listos para comer.
¡Que aproveche!