El bizcocho de plátano y triple chocolate tiene todas las papeletas para convertirse en vuestro bizcocho favorito.
Por una lado, si sois adictos al chocolate, no tengo que deciros nada. Simplemente, con oir «triple chocolate» ya se os han puesto los dientes largos, ¿a que si? 😉
Por otro lado, creo seriamente que un tremendo error de la naturaleza es dejar que los plátanos maduren. ¿A que estáis de acuerdo?
¿Que no? ¿Acaso conocéis a alguien que se los coma maduros?
Bueno, yo, a veces, por no tirarlos…
¡Eso no vale! Me refiero a preferir comérselos maduros antes que verdes.
Iré más allá: ¿Conocéis a algún niño al que le gusten los plátanos maduros?
¡¡Ajá!! ¡¡Hemos llegado al kid de la cuestión!!
El bizcocho de plátano y triple chocolate es el bizcocho ideal para adictos al chocolate y para… ¡los niños!
Si reunís los dos factores en la misma familia, como es mi caso… ¡bingo! No pararéis de hacerlo semana sí, semana también 🙂 🙂
Y yo, la verdad, encantada, porque así no tengo que tirar los plátanos maduros 😉
Ingredientes
150 gr. harina
1 cucharadita de bicarbonato sódico (si no tenéis, usad levadura química)
1 pizca de sal
1 cucharada de cacao en polvo
115 gr. mantequilla a temperatura ambiente
150 gr. azúcar (podéis usar mitad normal y mitad azúcar morena)
1 huevo
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 plátanos maduros (o 1 banana)
60 gr. chocolate fondant
125 gr. yogur de vainilla
150 gr. pepitas de chocolate negro o de tableta cortado en trocitos del tamaño de pepitas (yo utilizo negro intenso, con un 64% de cacao, o bien chocolate blanco, para dar contraste de color)
Preparación
Precalentamos el horno a 180ºC.
Preparamos un molde alargado untándolo con mantequilla o aceite de girasol y, a continuación, espolvoreándolo con una cucharada de harina y repartiéndola por el fondo y por los bordes (tiraremos lo que no se quede pegado). A este proceso se le llama «encamisar» un molde 😉 .
Otra opción es forrarlo de papel de horno. Como prefiráis.
Derretimos el chocolate fondant (en el microondas o al baño maría), con cuidado de que no se queme, y dejamos enfriar.
En un cuenco mezclamos los ingredientes secos: harina, bicarbonato (o levadura), sal y cacao en polvo. Reservamos.
En otro cuenco batimos con unas varillas (mejor eléctricas) la mantequilla hasta que quede cremosita.
Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta obtener una mezcla esponjosa y blanquecina.
A continuación, incorporamos en huevo y mezclamos hasta que se integre por completo.
Seguimos con el extracto de vainilla, los plátanos (que aplastaremos antes), el chocolate derretido y el yogur.
Cuando tengamos una masa homogénea, incorporaremos la harina con cacao que teníamos reservada.
Mezclaremos hasta tener una crema uniforme.
En este momento incorporamos las pepitas de chocolate y las repartimos bien.
Volcamos la mezcla en el molde alargado y horneamos a 180ºC durante 1 hora, aproximadamente.
Como siempre, comprobaremos que esté hecho pinchando con una palillo. Si sale limpio, estará hecho.
AVISO: En este caso, puede que salga manchado de chocolate. Fijaos que salga limpio de masa de bizcocho (mucho más espesa).
Esperad unos minutos, hasta que se temple, para desmoldar.
¡Que aproveche!