Cocido

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Todavía las noches son fresquitas y de día no han llegado los calores asfixiantes, así que no parece descabellado pensar en preparar un cocido un día de éstos aunque, eso sí, en versión rápida, que tampoco está la cosa para pasarnos la mañana en la cocina. Esta receta lleva un máximo de una hora desde que empezáis hasta que os sentáis a comer… ¡prometido!

Os tengo que confesar que yo preparo toda la legumbre en olla rápida.

Cuando se lo cuento a los del «como-toda-la-mañana-al-chup-chup-no-hay-comparación», la primera reacción (evidentemente) es la de arrojarme a los hambrientos leones pero cuando ha habido oportunidad de demostrárselo, he de decir que he conseguido muchos adeptos a la causa.

Las ventajas, así de repente, son muchas: nos evitamos estar pendientes durante horas del dichoso puchero, a pesar de nuestros cinco sentidos es muy probable que se nos pegue algo al fondo y, además, consumimos menos energía. Eso sin contar que muchas veces ni siquiera nos planteamos preparar legumbre porque no tenemos una mañana libre.

En fin. Que os aconsejo que lo probéis y… ¡ya me contaréis!

Por cierto, todavía podéis hacer una versión más express utilizando garbanzos ya cocidos (a mi me gustan más los que vienen en bote de cristal, pero va en gustos…).

Ingredientes

1/2 kg. de garbanzos secos puestos a remojo la noche anterior (o 2 botes de garbanzos cocidos)
1/2 kg. de morcillo o zancarrón
1 chorizo
1 morcilla asturiana
1 hueso de caña
1 hueso de jamón
4 patatas (opcional)
1 trozo de repollo (opcional)
4 puñados de fideos (uno por persona)
aceite de oliva
sal
agua

Para el ajilimójili (acompañamiento de los garbanzos) – opcional

1 zanahoria
1 tomate
1 cebolla
1 diente de ajo pelado
aceite y vinagre

Preparación

La noche anterior ponemos los garbanzos a remojo en un cuenco con agua que los cubra bien (3-4 dedos por encima). Si usáis tarros de garbanzos cocidos, os olvidáis del remojo y añadís el contenido de los tarros al final de la preparación (simplemente hay que calentarlos antes de servir)

En una olla rápida ponemos la carne, los huesos y cubrimos de agua. Salamos.

Ponemos al fuego y, cuando rompa a hervir, añadimos los garbanzos escurridos del agua del remojo.

Tapamos la olla y dejamos cocer unos 12-14 minutos (tienen que quedar algo duros en esta primera cocción).

Pasado ese tiempo, retiramos del fuego y dejamos enfriar para abrir la olla (podemos forzar el enfriado colocándola bajo el chorro del grifo de agua fría hasta que baje la válvula).

Si queréis sacar bastante sopa, os recomiendo que coléis ahora el caldo que se haya hecho a un puchero y añadáis agua nueva en la olla hasta cubrir los ingredientes.

Reservamos el puchero con el caldo.

En la olla añadimos el chorizo y la morcilla. También el tomate, cebolla, zanahoria del ajilimójili y las patatas y el repollo, si se usan.

Se cierra la olla y se pone de nuevo a hervir unos 5-6 minutos más.

Abrimos. Comprobamos que los garbanzos están bien cocidos y rectificamos de sal. Si los garbanzos estuvieran un poco duros (cada olla es un  mundo…), ponerlos a cocer unos minutos más.

Para el ajilimójili, sacamos de la olla la zanahoria, el tomate y la cebolla cocidos y los ponemos en un vaso mezclador. Añadimos el diente de ajo, un chorro de aceite y un poco de vinagre. Batimos bien. Si queda muy espeso se puede añadir algo de caldo. Probamos y rectificamos sal, aceite o vinagre a nuestro gusto.

Para lo sopa, colamos la segunda tanda de caldo en el puchero que teníamos reservado y hervimos con los fideos hasta que estén cocidos (el tiempo que indique el paquete de la pasta).

Para servir, colocamos los garbanzos, carne y las verduras en una fuente. En una salsera presentamos el ajilimójili y la sopa en una sopera.

¡¡ A la mesa !!

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