Con esta receta de costillas adobadas, junto con la que os di hace un tiempo de costillas con salsa barbacoa a mi estilo, ya tenéis donde elegir.

Si tuviera que comparar ambas, os diría que la diferencia fundamental, aparte del sabor ¡por supuesto! es que los ingredientes de esta receta son mucho más habituales. De los que sí o sí tenemos por casa.

En cuanto a la preparación, sencillísima, como no podía ser de otra manera… 😉

Os aconsejo que añadáis unas patatas en el fondo de la fuente, esas que van absorbiendo los jugos y al final no sabes que está más rico, si las costillas o las patatas.

Acompañad con una ensalada verde y ¡ya tenéis un menú redondo!

Ingredientes

costillares de cerdo (dependerá del tamaño del costillar, podréis necesitar varios; el carnicero os aconsejará)

6 dientes de ajo

1 cucharada de pimentón (dulce, picante o mezcla, a vuestro gusto)

1 cucharada de orégano (sirve el seco)

1 cucharada de vinagre

3 cucharadas de vino blanco

1 cucharadita de sal

Para la guarnición:

4 o 6 patatas cortadas en rodajas (depende del tamaño)

sal

Preparación

En un mortero majar los ajos con la sal.

Cuando están bien triturados, añadir el resto de los ingredientes: pimentón, orégano, vinagre y vino blanco.

Por supuesto, las cantidades las podéis ajustar a vuestro gusto: un poco menos de ajo, algo más de pimentón…

Untar los costillares con la mezcla. Si se quiere, se pueden dejar reposando con el adobo media hora.

Precalentar el horno a 170ºC.

Cortar las patatas en rodajas gruesas y salar.

Extender las patatas en el fondo de una fuente de horno, mojarlas con medio vaso de agua y colocar encima las costillas.

Mi truco: Yo suelo cortar las costillas al final, al momento de servir, pero si las cortáis ahora necesitarán un poco menos de tiempo de cocción.

Hornear durante 1 hora.

Subir la temperatura a 220ºC y hornear otros 20-30 minutos.

Durante el tiempo de horneado se pueden girar las costillas a mitad de cocción para que se doren por ambos lados.

¿Quién quiere un par?