Hace ya algunos meses que se desató la locura de los cronuts en Nueva York.
No digo que Dominique Ansel (pastelero francés afincado en la gran manzana) no tuviera una buena idea con esta fantástica y golosa mezcla de croissant y donut. Nadie le quita el mérito (y nadie le quita la patente, que bien secreta mantiene la receta…) De hecho, la revista Time Magazine dice que el cronut es uno de los 25 grandes inventos del 2013. No está mal, ¿eh?
Lo que me tiene pasmada, más aún que el dulce en sí, es el marketing que ha creado alrededor del producto, limitando las unidades que elabora diariamente y creando la necesidad de tener que conseguir uno a toda costa, lo que provoca que se hagan largas colas, se vendan en 2 minutos y se disparen los precios en el «mercado negro» hasta los $40-60 la unidad.
¿Os parece increíble?
¿Y si os digo que una mujer llegó a pagar $14.000 por una docena?
Que parecen un rico invento no hay duda pero, como diría mi abuela: «Dinero no habrá, pero pá tontás…»
Nosotros, que sabemos disfrutar de las cosas ricas pero sin llegar a esos límites de snobismo, vamos a prepararlos y a saborearlos en nuestras casitas tan tranquilitos. Eso sí, combinando nuestra experiencia con las recetas que se van intentando (que para eso la receta original es secretísima).
Vista la variedad de recetas que se pueden encontrar para la masa (por algo es top secret), he comprobado por mi misma el repertorio de preparaciones y texturas y tengo varias propuestas para vosotros:
– una receta de las «originales» con su amasado, plegado, reposo y demás: son los que más se aproximan a los reales
– una con atajo: nos ahorramos todo el trabajo de la masa previa y el resultado no está mal.
– y otra con super-atajo-super-trampa para prepararlos en un momentito (con bastante trampa, la verdad 😉 ). Son los más huecos, los más hojaldrados. Nada de trabajo y muy buen resultado. La única pega es que si los váis a rellenar con crema, la masa no os va a aguantar demasiado bien. De todos modos, resultado dignísimo.
Ya sabéis. Si queréis estar a la última, no lo dudéis ni un solo momento: tenéis que preparar Cronuts sí o sí…
¡¡Disfrutadlos!!
Ingredientes
125 ml leche y agua templada/caliente (a partes iguales o sólo leche)
un sobrecito de levadura de panadero deshidratada (6 gr.)
150 gr. mantequilla fría en daditos
125 gr. harina de fuerza
125 gr. harina normal
30 gr. azúcar
1/2 cucharadita de sal
aceite vegetal (para freir)
Ingredientes para los cronuts con atajo y con super-atajo-super-trampa
sustituir todo lo anterior por unas planchas de hojaldre (cuanto mejor sea la calidad, más ricos saldrán)
Para decoración y relleno
un cuenco de azúcar vainillado
crema pastelera / merengue / lo que queramos para rellenar
1/2 taza de azúcar glas
1-2 cucharadas de leche
colorante (opcional)
Preparación completa
Si hacéis los cronuts con atajo o los cronuts super-atajo-super-trampa, id al final, apartado especial para ellos 😉
1.- Elaboración de la masa
Mezclar la leche, el agua (o sólo leche) y la levadura en un cuenco y batir ligeramente con un tenedor. Reservar.
Batir conjuntamente las harinas y la mantequilla fría hasta que tenga la apariencia de pan rallado (no más, porque se empezaría a derretir la mantequilla). No importa que todavía tenga trozos algo grandes de mantequilla.
Esta mezcla puede hacerse con un procesador de alimentos, con varillas especiales que traen algunas batidoras de mano (como las de la foto) o con las puntas de los dedos, pero esta es la solución menos idónea porque transmitimos calor a la masa y la mantequilla se derrite.
Aparte de aparatos eléctricos, se puede evitar el uso de las manos utilizando una espátula ancha y usarla para dar «cortes» a la masa, hasta que obtengamos esa textura de pan rallado.
Cuando la masa esté lista, añadir la mezcla de la levadura y mezclar muy ligeramente junto con el azúcar y la sal.
Cuando esté más o menos manejable, volcar la masa sobre la encimera enharinada y mezclar ligeramente con las manos, lo justo para que se forme una bola.
Cubrirla con papel film y refrigerar durante 2 h. para dar tiempo a que la mantequilla recupere su solidez.
2.- Plegado de la masa
Transcurrido ese tiempo sacar la masa del frigorífico.
Colocar la masa sobre una superficie enharinada (si es comprada, desplegadla del todo) y, con la ayuda de un rodillo, extenderla en forma de rectángulo (el lado largo que sea el doble que el corto) y con un grosor de 1 cm.
Con las cantidades que os he dado, saldrá un rectángulo aproximado de 17×34 cm. (bastante tosco la primera vez, como podéis ver):
Empezamos con el plegado, siguiendo estos pasos:
Primero el extremo más alejado hacia nosotros
y, sobre él, montar encima el más cercano a nosotros:
Girar la masa 90º en el sentido opuesto a las agujas del reloj
y repetir el proceso de extender y plegar 2 veces más.
Como podéis ver, la masa va tomando una textura menos tosca según la vamos manipulando.
Es importante que se haga siempre igual (tanto el plegado como el giro).
En el último plegado, pero sin pasar por el rodillo, cubrir con papel film y refrigerar al menos 4 horas (mejor toda la noche).
3.- Formar y freir los cronuts
Extender la masa una vez más hasta que tenga 0,5 cm. de grosor. A continuación, cortar con 2 aros (uno grande y otro pequeño para el centro) para dar forma de donut.
Por cierto, no desechéis los circulitos del centro. ¡Son un bocadito igual de rico!
Colocar los donuts (y los circulitos) en una bandeja enharinada. Tapar con un paño y dejar reposar 1 hora en un lugar templado y protegido de las corrientes (o hasta que casi dupliquen tamaño).
Pasado ese tiempo, freirlos en una santén o una cazuela con abundante aceite vegetal (2-3 dedos de aceite) un par de minutos por cada lado, hasta que estén doraditos. No poner muchos cada vez para que no se toquen y tengan espacio para moverse por el aceite.
Al sacarlos, ponerlos sobre papel de cocina absorbente y rebozarlos en azúcar vainillado cuando todavía estén calientes.
4.- Relleno y decoración de los cronuts
Si se quieren rellenar, inyectar por varios puntos la crema pastelera (o merengue o lo que queramos) utilizando una manga de boquilla fina o una jeringa de pastelería.
Mezclar el azúcar glas con la leche y el colorante (opcional). Tiene que quedar una textura fina pero no demasiado líquida.
Repartir sobre los cronuts ya rellenos y fríos.
Preparación de cronuts con atajo
Sacar la masa del paquete y plegarla como os indicaba el el paso 2, unas 3 o 4 veces.
A continuación, sin necesidad de ningún reposo posterior, se cortan, se fríen y se decoran.
El resultado es así:
Preparación de cronuts con super-atajo-super-trampa
Ponemos 3 capas de masa de hojaldre comprada, una encima de otra, untando ligeramente con agua para que queden unidas pero sin aplastar ni pasar el rodillo.
Cortamos, freimos y decoramos.
Más sencillo, imposible. El resultado:
¡¡A disfrutar!!