Hace unos días me pasé por la fantástica pastelería Mamá Framboise en Madrid (por cierto, si no os habéis ido todavía, ya estáis tardando… ¡qué cosas más ricas!)
El caso es que entregaban un díptico muy mono con sus especialidades y con la receta de muñecos de jengibre.
Como os podéis imaginar, me ha faltado tiempo para prepararla. Eso sí, he introducido un par de cambios.
El primer cambio es por mi manía de preferir cifras «redondas» así que he traducido las cantidades de los ingredientes: por ejemplo, de 214 gr. de mantequilla he pasado a 250 gr. y el resto de los ingredientes proporcionalmente.
El otro cambio ha sido por necesidad: con las cantidades de la receta me salió una masa demasiado blanda, incluso después de refrigerarla toda la noche, así que añadí bastante más harina, hasta obtener una masa manejable.
El resultado no es 100% Mamá Framboise pero el espíritu está ahí 😉 y, desde luego, están riquísimas.
Ingredientes
250 gr. mantequilla fría
250 gr. azúcar moreno
3 gr. sal (una pizca)
75 gr. miel
1 naranja (ralladura)
1 huevo
20 gr. leche
500 gr. harina floja (yo usé casi el doble)
7 gr. levadura química
2 gr. canela en polvo (1 cucharadita)
2 gr. jengibre en polvo (1 cucharada)
Preparación
En un cuenco mezclamos la mantequilla fría, cortada en daditos, con el azúcar, la sal, la miel y la ralladura de naranja.
Cuando tengamos una masa homogénea añadimos el huevo y la leche a temperatura ambiente.
Por último, incorporamos la harina tamizada con la levadura, la canela y el jengibre.
Envolvemos la masa en un film transparente y dejamos en el frigorífico toda la noche.
Al día siguiente empezamos por precalentar el horno a 160ºC.
Estiramos la masa con ayuda de un rodillo en una superficie enharinada hasta tener un grosor menor de 5 mm.
Cortamos muñecos con los moldes que más nos gusten y los vamos colocando separados en una fuente de horno cubierta con papel vegetal.
Horneamos a 160ºC durante unos 25 minutos.
Al sacarlas las ponemos a enfriar sobre una rejilla y, cuando estén completamente frías, podemos decorarlas.
La decoración clásica se hace con glasa (mezcla de 100gr. de azúcar glas con 15 gr. de clara de huevo).
En este caso he utilizado lápices de chocolate (son unos tubitos que se encuentran muy fácilmente de la marca Dr. Oetcker y suelen traer chocolate blanco, con leche y negro) y diferentes coberturas de estrellas y bolitas de azúcar.
También he creado unas galletas con caramelo en el centro que han sido las favoritas de los niños. Para hacerlas he usado un aro grande (de los de emplatar) y en el centro he cortado una silueta con un molde más pequeño. Basta con poner un caramelo en el centro antes de meter al horno y ya están listos.
Un detalle: Cuando las saquéis del horno no despeguéis la galleta con caramelo del papel vegetal hasta que no se haya endurecido el caramelo porque se estropearía y os podríais quemar. Una vez frío se despegará con facilidad y quedará perfecta.