¡¡Ya llegó el frío!! Es tiempo de legumbre, como estos Garbanzos con Mejillones.
¿Os acordáis que el otro día os contaba cómo preparar los garbanzos con gambones? Por los mensajes que me habéis enviado, muchos de vosotros seguro que si 🙂
Siendo sincera, si me atengo al orden cronológico, la receta de hoy tendría que haberla publicado antes.
¿Por qué?
Muy sencillo. Los garbanzos con mejillones fueron la primera variante del clásico de pochas con almejas y, meses más tarde, un día que no encontré mejillones, improvisé con gambones.
Algo que tienen en común ambas recetas es que nos quedamos con lo bueno de las legumbres y de las propiedades de su acompañante (gambones o mejillones) y no añadimos las grasas tradicionales como chorizo, tocino, etc. (aunque hay que reconocer que están muy ricos 😉 )
Si la receta anterioro os gustó, ésta no se queda atrás.
¡Ya veréis que ricos y reconfortantes!
Ingredientes
1/2 kg. garbanzos cocidos
3/4 kg. mejillones
1 cebolleta picadita (o cebolla, si no tenéis)
2 dientes de ajo picados
1 cucharadita de harina (opcional)
1 cucharada de perejil picado
sal
aceite de oliva
Preparación
Partimos de que los garbanzos ya están cocidos. Para ello, podéis comprarlos ya preparados en tarro de cristal o bien podéis hacerlos en casa como os explicaba en la receta de garbanzos con gambones.
En una cazuela ponemos los mejillones bien limpios. Los ponemos tapados a fuego medio-alto hasta que se abran (un par de minutos). Apartamos y reservamos.
A continuación, en otra cazuela ponemos un par de cucharadas de aceite y doramos el ajo y la cebolleta picaditos.
Echamos la cucharadita de harina (si la usamos) y damos unas cuantas vueltas.
Colamos el caldo que hayan podido soltar los mejillones y lo añadimos sin parar de remover. Si no hubieran soltado demasiado caldo, podemos añadir caldo de los garbanzos o agua.
Tiene que quedar como una especie de bechamel muy ligerita (en este caso, al no llevar leche si no caldo se llama velouté).
Volcamos los garbanzos y el perejil picado. Calentamos unos minutos y, por último, antes de servir, añadirmos los mejillones.
¡Todos a la mesa!