Hoy os traigo una receta imprescindible: las magdalenas caseras de azúcar mascabado.
En esta ocasión no es la receta 100% tradicional porque el azúcar de caña o mascabado les da a las magdalenas un toque muy especial.
Si todavía queréis darles una vuelta de tuerca, podéis atreveros con el aceite de maíz y harina de maíz (no maizena). En este caso, mitad harina de trigo y mitad de maíz.
Por último, en la receta se utilizan polvos de Armisén o polvos gasificantes para repostería.
Los polvos de Armisén se consiguen en farmacias. Vienen en parejas con un sobre blanco y otro amarillo.
Los gasificantes para repostería se encuentran en Mercadona como Gasificantes Litines. Los sobres de esta marca son blancos y violetas.
Ingredientes
3 huevos
1 pizca de sal
250 gr. azúcar de caña o mascabado (si no, azúcar moreno)
300 gr. harina
250 ml. aceite (girasol o maíz)
125 ml. leche
4 paquetes de polvos de Armisén o gasificante para repostería
4 cucharadas de azúcar blanco (opcional).
Preparación
Comenzamos precalentando el horno a 180ºC.
Separamos las yemas y las claras de los huevos.
En un cuenco batimos las claras con una pizca de sal a punto de nieve. Os recomiendo utilizar varillas (mejor si son eléctricas).
A continuación, utilizando una espátula, añadimos paulatinamente las yemas, el azúcar, el aceite, la leche y los sobres de gasificante, alternando los colores.
Cuando todo está bien mezclado, incorporamos la harina poco a poco, hasta que tengamos una masa lisa.
Colocamos los moldes de papel en un molde especial para magdalenas o cupcakes.
Repartimos la masa en los moldes, con cuidado de no llenarmos más de la mitad (luego sube mucho). Por cierto, una cuchara para helados nos puede venir muy bien para esta tarea.
Si queremos tener una cobertura crujiente, podemos espolvorear un poco de azúcar blanco por encima.
Metemos al horno y dejamos cocinar hasta que las magdalenas estén doraditas (unos 15 minutos, aproximadamente).