¿Os acordáis de la receta de los bocaditos de pollo crujientes?
Pues ayer los iba a preparar para cenar y… ¡oh, no! Algo rarísimo ocurrió en mi cocina: ¡no tenía ni un solo fruto seco! (porque, evidentemente, si no se tienen avellanas para los bocaditos se pueden usar nueces, almendras…)
Pues nada. Ni un miserable fruto seco que llevarse a la boca 🙁
Menos mal que yo, mujer de recursos, respiré hondo, miré alrededor, busqué en cajones y estanterías y… ¡allí estaba!
¿Qué? Os preguntaréis…
Muy sencillo: mis cereales integrales. Los que desayuno todos los días. Los copos tostados de arroz y trigo integrales.
No me lo pensé más allá de 10 segundos: los estrujé un poquito con la mano para que fueran más manejables y… ¡¡otro éxito en la cocina!!
Mis críos ya no quieren otra cosa. Me piden los nuggets hasta para desayunar.
¿Será por los cerales? 😉
Ingredientes
2 pechugas de pollo cortadas en tiras de 1-2 cm. de grosor
3-4 cucharadas de harina
un tazón de copos tostados de arroz y trigo integrales
2 huevos
sal y pimienta
aceite de oliva
Preparación
Salpimentar el pollo.
Poner la harina en un plato.
Batir los huevos en un cuenco.
Estrujar con la mano los copos tostados y ponerlos en otro cuenco.
Pasar las tiras de pollo por harina, sacudiendo el exceso.
Pasarlas por el huevo batido y, por último, rebozar bien todas las tiras con los cereales.
Calentar abundante aceite en una sartén.
Cuando esté caliente (digamos un 7 de 10), ir friendo las tiras de pollo sin que se toquen, para que no se peguen.
Dejar unos 2-3 minutos por cada lado hasta que queden doraditas por todas partes.
Al sacarlas, dejarlas sobre papel de cocina para que suelten el exceso de grasa.
¡¡Ya está!! Espero que las disfrutéis tanto como nosotros.