El ossobuco a la milanesa (ossobuco alla milanese) es una receta tradicional de la región de Lombarda, donde se encuentra la ciudad de Milán.
La receta es un clásico guiso que puede prepararse con algunas variantes: la receta más básica sólo lleva ajo y cebolla en el sofrito. Otras añaden tomate (como en el caso de la receta que comparto hoy) o utilizan vino tinto en lugar de vino blanco.
Para mí, la clave de la receta del ossobuco a la milanesa es la gremolata. Es una simple mezcla de ajo, perejil y ralladura de limón pero el resultado eleva el guiso a otro nivel.
Tradicionalmente, como acompañamiento se suele servir arroz o polenta, aunque unas patatas fritas en dados van también muy bien.
¿Vamos a la cocina?
Ingredientes
4 filetes de ossobuco (de unos 3 cm. de grosor)
harina (para enharinar)
1 cebolla picada
2 zanahorias en rodajas
3 dientes de ajo picado
3 tomates maduros pelados y troceados (también sirve una lata de tomate fresco)
1 hoja de laurel
10-12 granos de pimienta negra
aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
caldo de carne
sal
pimienta negra recién molida
Ingredientes para la gremolata
1 diente de ajo muy picadito
2 cucharadas de perejil fresco muy picadito
ralladura de 1 limón
Preparación
Comenzamos preparando las piezas de carne. Para ello, con la ayuda de una tijera o de un cuchillo muy afilado, hacemos unos cortes en la membrana que rodea los filetes. Esto lo hacemos para que no encojan al cocinar.
Salpimentamos por ambos lados.
Enharinamos ligeramente por todas partes y reservamos.
En una cazuela calentamos aceite de oliva (que cubra el fondo) y freímos los filetes durante unos minutos, hasta que se doren (no se trata de cocinarlos en este momento). Los sacamos a una fuente y reservamos.
En la misma cazuela echamos los ajos picados, la cebolla y la zanahoria. Los cocinamos a fuego medio hasta que la cebolla se dore ligeramente.
Incorporamos el tomate picado, los granos de pimienta y el laurel. Dejamos cocer a fuego medio unos 5 minutos.
Añadimos el vino blanco y esperamos un par de minutos para que evapore el alcohol.
Colocamos las piezas de ossobuco y cubrimos con el caldo.
Ahora tenemos dos opciones: mantener a fuego bajo-medio o bien meter la cazuela al horno a 180ºC (tiene que ser adecuada para horno) durante unas 2 horas. A mi, particularmente, me gusta más cómo queda al horno.
Durante el tiempo de cocción daremos la vuelta a los filetes de vez en cuando para que se hagan uniformemente.
Cuando la carne esté lista (estará blandita), pasamos la carne a otra cazuela y colamos la salsa con la ayuda de un chino o de un colador.
Mientras preparamos la gremolata, mantenemos la cazuela a fuego medio-bajo.
La gremolata es sencilla: Basta con mezclar en un cuenco el perejil picado, el diente de ajo picado y la ralladura de limón.
Espolvoreamos la gremolata sobre el ossobuco y dejamos cocinar 5 minutos más. Por cierto, podemos preparar un poco más de gremolata para echar sobre el ossobuco una vez emplatado. Resaltará el sabor.
Ya tenemos nuestro fantástico ossobuco a la milanesa listo para comer. ¡Que aproveche!