Llevaba tiempo queriendo preparar una pata de pavo en condiciones, pero temía que resultara sosa, ya que el pavo por sí mismo no tiene una gran intensidad de sabor.
Tampoco quería que resultara «navideño», que para eso ya tengo bastantes recetas (como el Pavo relleno de foie y trufas), así que opté por preparar un adobo que resultara refrescante e intenso.
El resultado es esta delicia: La pata de pavo al adobo de pimienta verde.
Os aseguro que una vez lo probéis, querréis repetirlo.
Por supuesto, este adobo se puede aplicar a otras carnes blancas, como el pollo, el conejo o el cerdo (un buen lomo de cerdo fresco con estos sabores resulta increíblemente rico).
¿A que os he convencido?
Pues no se hable más. ¡Vamos a la cocina!
Ingredientes
2 patas de pavo
4-6 patatas
6 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de vino blanco
1 cucharada de pimienta verde
2 cucharadas de cilantro fresco picado
1 cucharada de sal
pimienta negra (mejor recién molida)
1 diente de ajo
2 cucharadas de zumo de limón
Preparación
Precalentamos el horno a 180ºC.
Preparamos el adobo:
Ponemos la pimienta verde y el ajo en un mortero y machacamos hasta tener una pasta fina.
Añadimos el cilantro picado, la sal y la pimienta negra y molemos un poco más.
Por último añadimos el aceite, el vino blanco y el limón. Mezclamos hasta integrar todos los ingredientes.
Una manera mucho más rápida es poner todos los ingredientes del adobo en un vaso mezclador y batir con una batidora.
En una fuente amplia colocamos las patas de pavo y repartimos el adobo para que queden bien cubiertas.
Dejamos macerar una hora, aproximadamente.
Mientras tanto, pelamos las patatas y las cortamos en gajos gruesos. Reservamos.
Transcurrido el tiempo de maceración, colocamos las patas en una fuente de horno junto con las patatas.
Rociamos con el adobo que haya quedado y metemos al horno durante una hora (daremos la vuelta a las patas a mitad de cocción, a los 30 minutos), hasta que veamos que el pavo está doradito y la carne se despega fácilmente del hueso.
¡Listo para comer!