Está bien. Ha llegado el momento de confesar que soy una fan incondicional de la cocina asiática y este pollo asado picante (ayam panggang) es una de mis recetas indonesias favoritas.

Salvo que seáis tan aficionados como yo a este tipo de comida, es probable que algunos de los ingredientes no los tengáis por casa pero seguro que, una vez empecéis a hacer este tipo de recetas, sus aromas y sabores os van a cautivar, así que los vais a utilizar a menudo.

Además, no son caros. Merece la pena que compréis lo que os falte y que probéis al menos un par de recetas.

¿Otro factor a favor?

Son recetas muy apropiadas para la operación biquini porque se cocinan sin apenas materia grasa. Sólo se incorpora un poquito de azúcar moreno que, quien esté siguiendo un régimen muy estricto, puede simplemente no utilizar.

Ingredientes

1 pollo entero y limpio o 4 cuartos traseros (uno por persona)

3 cucharaditas de guindillas picadas (poned algo menos si no os entusiasma el picante)

3 dientes de ajo

2 cucharaditas de granos de pimienta verde

2 cucharaditas de azúcar moreno

2 cucharadas de salsa de soja

2 cucharaditas de cúrcuma molida

1 cucharadas de jengibre fresco rallado o jengibre en polvo (mejor el fresco)

1 cucharada de zumo de lima

1 cucharada de aceite vegetal (opcional)

 Preparación

Colocar el pollo en una fuente y hornearlo una media hora a 180ºC.

Mientras tanto, machacar todos los ingredientes secos (guindilla, ajo, pimienta verde, azúcar, jengibre y cúrcuma) en un mortero o en una picadora de mano.

Cuando están bien picaditos, añadimos la salsa de soja y el zumo de lima. También el aceite, si lo usamos.

Mezclamos bien.

Transcurridos los 30 minutos, sacamos el pollo del horno y lo untamos muy bien por todas partes con la pasta que hemos preparado. Lo volvemos a meter al horno durante media hora más.

Ya está. Sencillo, aromático y delicioso. ¡Listo!