«En estas fechas tan señaladas….» es el momento de presentaros mi auténtico, genuino e inimitable ¡¡¡ Roscón de Reyes !!!
Esta es una de esas recetas que llevo años persiguiendo y experimentando hasta que, finalmente, he conseguido crear tal y como me gusta.
Ligero y esponjoso.
El proceso es un pelín largo porque la masa necesita reposo pero no es nada complicado.
Os animo a que lo hagáis porque realmente merece la pena.
También, como os he contado en alguna ocasión, en casa tengo un centro de acogida de adictos al chocolate así que añado la opción de relleno de trufa si estáis en la misma situación… 😉
Otras opciones son rellenarlo de nata montada o de crema. La elección es vuestra.
¡Manos a la obra!
Ingredientes
Para un roscón como para 6-8 personas:
30 gr. de levadura de panadero prensada o 15 gr. granulada (un sobrecito)
1/2 taza de leche tibia (150 ml.)
300 gr. harina de fuerza (aprox.)
300 gr. harina normal (aprox.)
ralladura de 1 naranja
1 pizca de sal
75 gr. azúcar
4 huevos
2 cucharadas soperas de agua de azahar
2 cucharadas de ron negro (opcional)
125 gr. mantequilla pomada
Para decorar:
3 cucharadas soperas de azúcar para hacer el azúcar granillo (ya os explico cómo se hace, no os preocupéis)
unas gotas de anís (o de agua)
3 cucharadas soperas de almendras fileteadas o picadas gruesas
frutas escarchadas (opcional)
1 huevo batido
Relleno de trufa (opcional):
500 ml. nata para montar (tiene que estar bien fría)
300 gr. chocolate para fundir
Preparación
Disolver la levadura en la leche tibia. Dejar reposar en un sitio templado mientras preparamos la masa principal.
Poner sobre la encimera (o en un cuenco grande para no manchar demasiado) las harinas, formando un hueco en el centro, donde ponemos:
la ralladura de naranja + sal + azúcar + huevos (ligeramente batidos) + agua de azahar + ron (si se utiliza) + mantequilla.
Mezclar bien, evitando que los ingredientes del cráter se escapen por la mesa… (por eso es mejor empezar la preparación en un cuenco grande).
Añadir la mezcla de leche y levadura y amasar muy bien.
Cuando la textura de la masa sea manejable, volcadla a la mesa y amasar hasta que la pasta quede fina y elástica.
NOTA: El punto de la masa depende de varios factores, entre otros el tamaño del huevo utilizado o la humedad del ambiente, por lo que a menudo hay que retocar levemente las cantidades. No tengáis miedo a echar más harina si quedara demasiado húmeda o un poco de leche templada si estuviera demasiado seca.
Tapar y dejar reposar en un lugar templado (por ejemplo, cerca de un radiador) unas 2-3 horas o hasta que duplique el tamaño.
TRUCO: En este punto, si no se puede seguir trabajando la receta dentro de 3 horas, se puede guardar la masa tapada con papel film en el frigorífico hasta el día siguiente o hasta que la vayamos a usar.
Pasado este tiempo, amasar de nuevo, dar forma al roscón con un agujero central muy amplio porque al hornear se cierra mucho.
¡¡No olvidéis meter la sorpresa!!.
Dejarlo reposar tapado con un paño sobre la fuente de horno otras 3 horas (o hasta que duplique el tamaño) en un lugar templado.
Quedará una cosa así:
Mientras, hacer el azúcar granillo:
Basta con añadir unas gotas de anís (o de agua) al azúcar para que se junten los granos y hagan bolitas. No mezcléis demasiado porque no queremos que se disuelva el azúcar.
Cuando ya haya duplicado el tamaño, pintar el roscón con el huevo batido y decorar con azúcar granillo, las almendras y las frutas escarchadas (si se usan).
Hornear a 180 ºC unos 25-30 min.
Relleno de trufa:
Disolver el chocolate con 2 cucharadas de nata al baño maría (o en el micro, evitando que hierva). Dejar enfriar.
Montar el resto de la nata (tiene que estar bien fría para que monte) y añadir la mezcla de chocolate.
Rellenar el roscón con la manga pastelera o con una cuchara.
¡¡ Qué rico !!