Toda buena barbacoa que se precie además de carnes, choricitos, longanizas y demás viandas a gusto del cocinero se acompaña de salsas.

Una de las más clásicas es la famosa Salsa Chimichurri.

Os aviso: hay tantas recetas de esta salsa como parrilleros.

Esta que comparto hoy con vosotros es la de mi buena amiga y excelente cocinera Julieta, de la que ya os hable en su fantástica receta de mermelada de naranja.

Sobre la misma receta base de la salsa chimichurri existen dos versiones:

– La que lleva tomate fresco: ésta no se puede conservar demasiado tiempo (máximo una semana en el frigorífico).

– La receta básica (sin tomate) dura varias semanas sin problema guardada en el frigo.

Váis a ver que los ingredientes son sencillitos y el resultado es buenísimo. Una simple cucharada en el plato le da otra alegría a la carne a la parrilla.

Como en los programas de radio, aprovecho para mandar un besote a mi amiga Julieta con todo mi cariño :*

Ingredientes

2 cucharadas de orégano seco

2 cucharadas de guindilla seca picada (o menos si no os gusta demasiado picante)

3 dientes de ajo picaditos

1 pizca de pimienta negra

250 ml. aceite oliva, girasol o maíz (al gusto)

250 ml. vinagre de vino tinto

1/2 cucharada de cominos machacados

1 cucharadita de sal

perejil fresco picado, al gusto

1 tomate bien picado (*)

Preparación

Poner todos los ingredientes en un bote con tapa y agitar bien hasta que se mezclen.

(*) Recordad que si usáis el tomate fresco no podéis conservarlo más de una semana en el frigo.

Un truco que suelo hacer: preparad la mezcla básica y, el día que os apetezca con tomate, añadid unos daditos bien picados a la cantidad de salsa que vayáis a consumir.

¡Problema resuelto! 😉