El tatin de fresas es ideal para hacerlo en estos días, que estamos en plena temporada.
Es una tarta muy sencilla de preparar. Además, como casi siempre, os propongo la alternativa super-rápida que, en este caso, consiste en sustituir la masa hecha por nosotros por masa quebrada que se puede encontrar en la sección de refrigerados.
La única precaución que hay que tener con esta receta es con el caramelo, tanto al prepararlo (para que no se pase de cocción y se nos tueste demasiado) como al dar la vuelta a la tarta, porque nos puede salpicar y las quemaduras de caramelo son malosonas de verdad.
Pero no os dejéis amedrentar por el caramelo. El resultado es tan fantástico que merece la pena intentarlo. ¡Animaos!
Ingredientes para la masa
200 gr. de harina
100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada sopera de aceite de girasol o de maíz
1 cucharada sopera de azúcar
1/2 cucharadita de sal
125 ml. de agua a temperatura ambiente
o sustituimos todo lo anterior por un paquete de masa quebrada refrigerada
Resto de Ingredientes
120 gr. de azúcar
600 gr. de fresas o fresones
20 gr. de mantequilla
Preparación de la masa
En un cuenco ponemos la harina. Formamos un agujero en el centro (cráter) y en él ponemos todos los ingredientes de la masa, salvo el agua, que ponemos sólo la mitad.
Amasamos ligeramente con la mano añadiendo poco a poco el agua, justo hasta tener una masa uniforme y que no se nos pegue en los dedos. No debemos amasar más que lo necesario porque quedaría dura al hornear.
Aviso: Dependiendo del tipo de harina, puede que no necesite todo el agua o que necesite un poco más.
Reservamos.
Mientras tanto, ponemos el caramelo en un cazo o una sartén a fuego medio y dejamos que se haga el caramelo. No hay que removerlo porque pueden formarse grumos que luego no se disuelven.
Cuando el caramelo tiene un tono rubio oscuro, lo volcamos en el fondo de la fuente que vayamos a utilizar para hornear la tarta y lo esparcimos bien mientras está caliente para que cubra todo el fondo.
Dejamos enfriar.
Lavamos y secamos las fresas. Las cortamos en mitades a lo largo y las colocamos de manera decorativa en la fuente sobre el caramelo.
Se distribuye la mantequilla en trocitos pequeños entre las fresas.
Estiramos la masa con un rodillo dándole la forma de la fuente (redonda, rectangular…).
La extendemos sobre la fruta y pegando bien los bordes a la fuente.
Horneamos unos 40-45 minutos a 180ºC.
Cuando la masa está doradita, la sacamos e inmediatamente la volcamos sobre la fuente de servir.Como os avisaba al principio, este paso es muy delicado porque os puede salpicar el caramelo.
Si os ocurre (a mi me pasó una vez), extendeos rápidamente clara de huevo semi-batida por la zona quemada, repitiendo cada minuto hasta que se termine. La clara de huevo es colágeno puro que os calma la quemazón y evita que os queden marcas. Garantizado.