Con el fresquito que está haciendo estos días, seguro que más de uno ha hecho un cocidito, ¿a que si?
Pues la propuesta de hoy es, aunque no lo parezca, una receta de aprovechamiento de restos de cocido.
Se me ocurrió una tarde aciaga, de esas que no apetece pasar demasiado tiempo en la cocina (¡qué raro en mi! 😉 ).
Habíamos comido cocido (al que había añadido un par de patatas, todo hay que decirlo) y tenía la clásica bandeja con restos: alguna patata, trozos de pollo…
Si a los críos les presento eso de cena, tenemos verbena 🙁
De repente, en un súbito momento de inspiración, me acordé de los croque Rosita Cocinillas y me dije: ¿por qué no?
Y lo hice.
Y fue una historia con final feliz porque a todos les encantó la tosta.
Eso sí: pusieron los ojos como platos cuando les conté los ingredientes… 😀
Ingredientes
una baguette o barra de pan
mahonesa
restos de pollo cocido (creo que también les puede ir bien la carne de morcillo)
patatas cocidas (mejor hasta un poco demasiado cocidas para que queden cremositas)
queso rallado tipo emmental o gruyère
un chorrito de aceite de oliva
Preparación
Precalentar el horno a 220ºC.
Cortar el pan a lo largo, como para bocadillo, de la longitud que se quiera.
Sobre cada mitad extender una capa de mahonesa.
Cortar el pollo en trozos pequeños y colocarlo sobre el pan untado.
Aplastar las patatas con un tenedor y cubrir el pollo, pero dando aspecto rústico.
Cubrir con queso rallado y añadir un chorrito de aceite de oliva.
Hornear unos 5 minutos, hasta que esté doradito.
¿A que es rapidísimo?