Estaba dándole vueltas al tema brioche, buscando una receta dulce que ofreceros en la Semana del Brioche pero siempre surgían los clásicos con manzana, pasas y canela o con glaseado así que me dije: ¿Y por qué no creo uno especial para los amigos de Rosita Cocinillas?.
Y así surgió el Brioche de avellanas y miel. Eso sí, con permiso de mis queriddos conejillos de indias que suelen estar más que dispuestos a catar todos mis experimentos.
En este caso el veredicto fue bastante directo: «¿No hay más?».
Gratificante.
Para facilitaros la elaboración, he creado un paso a paso con fotos. Espero que os ayude.
¡Venga! ¡Manos a la obra!
Ingredientes
los de la masa de brioche
200 gr. de avellanas picadas muy toscamente
miel
1 huevo
Preparación
Se prepara la masa como se explica en la receta de la masa de brioche.
Se extiende formando un rectángulo y se corta en tiras de unos 10 cm. de ancho y aproximadamente 0,5 cm. de grosor.
Repartir miel sobre cada uno de los rectángulos. Lo haréis más fácil si tenéis el clásico bote de miel en dosificador de plástico.
Extender una hilera de avellanas por la parte central de cada pieza y cerrarlas pinzando con los dedos.
Con los rollos ya formados, ir colocándolos en un molde desmoldable, dejando al menos un centímetro entre los rollitos. La forma de colocación depende de cada cual. En esta ocasión yo he ido formando una especie de flor gigante en espiral. Si lo preferís, podéis enrollarlas y formar pequeñas flores, como en el brioche de salchichas, jamón y queso.
Tapar y dejar reposar tapado entre 45 minutos y una hora en una zona templada (por ejemplo, cerca de un radiador). Pasado ese tiempo, habrá aumentado considerablemente su tamaño.
Precalentar el horno a 190ºC.
Batir el huevo y pincelar toda la superficie del pastel.
Hornear durante unos 40 minutos aproximadamente y obtendréis un brioche parecido a éste:
¿A que apetece hincarle el diente?